6 febrero 2010. La vida se abre paso...

El domingo estuvimos cosa de una horita, suficiente para ponerle una bonita rueda a nuestros semilleros, mover un poco la tierra y confirmar que los ajos progresan adecuadamente, y que los puerros han venido para quedarse. Las habas aguantan, aunque no crecen demasiado. Y yo tengo esperanza en las cebollas, fíjate tú, que no sé porqué me da que pronto van a pegar el estirón... (Nacho)


Semilleros sobre ruedas


La vida se abre paso a pesar de las inclemencias temporales, a pesar de la nieve, el frío, la lluvia y el viento salvaje, querido Dylan…

Cuando pensábamos que nuestras acelgas, plantadas hace meses…

primero por Pepa y Sandra tras realizar el arduo trabajo de hacer surcos (tú bien lo conoces, Miguel) que fueron inundados por agua a los días siguientes…

después por una Natalia llena de ilusión en su primer día de trabajo y…

finalmente por Laura, aguantando el gélido frío en su estreno en el huerto…

y por qué no decir, al fin y al cabo plantadas por todos…

de todas ellas, dos pequeñas acelguitas han salido adelante, y no sabeis qué saltos dí cuando, no sin tener que acercar mucho la vista a la tierra, observé estos tiernos brotecitos supervivientes.

Compañeros hortícolas, no puedo más que decir, con lágrimas en los ojos, que ha merecido la pena nuestro esfuerzo. ¡Enhorabuena!


(Angélica Lindo)



FOTOS del 6/1/2010











30 enero 2010 - Labrando al sol

Este sábado 30 de enero también era frío, pero menos, y con sol!!! Las tierras ya no eran barro que a cada paso te atrapaban (salvo por la esquina más occidental, que el freático no hay quien lo salve ahí).


El equipo labriego de este día estuvo formado por: Nacho, Angélika, Natalia, María, Juanillo y Miguel, además de la aparición estelar de la Puche (sobrina de las Lindo), Montaña y su hermana y cuñaaaooo...



Las botas de agua o katiuskas de la Kika, el mono azul de Nacho, el humus (del de zampar) de María, la silla de Miguel o las cervecitas de Juanillo hicieron que este día fuese más productivo al menos a la vista, sino pasen y vean las fotos.


Esos surcos ahí!!!

La esquina occidental... to barro. Insurcable.

La otra parte de los culos de las botellas del otro sábado se asomaban en los bancales cual lechugas del futuro. Estos invernaderos unifamiliares son una gran idea que puede funcionar para proteger de heladas, lluvias y vientos a nuestras siembras.

Horticultis a pleno rendimiento. Invernaderos unifamiliares en primer plano

"Me meo, me meo, que me tenío que beber 13 litros de agua pa los invernaderitos de los plantones..."

Y ya para terminar, hablar de dos posibles clásicos en las rutinas jornaleras: Entre las 2 y las 4, que nos cierran la finca, ir a zampar por 7€ al Chino-Gallego un menú, y a la caída del sol, esas cañas a la cervecería que hay 3 rotondas y media más allá, por supuesto repitiendo en las mesas del anterior sábado.

"Yo me vi a pretá esta cervesita que tanta agua no debe ser güeno"

23 enero 2010 - Labrando el barro

Era un día gris, frío, húmedo, pero allí anduvieron seis valientes metiendo los pies en el barro hasta perderlos de vista. La idea era ir a supervisar que quedaba en pie después de las nevadas, fríos y de todo que están poniendo a prueba el huertico.

Algo así nos encontramos:

Ouuuu... yeeeaahhh!!!

El panorama no era el más alentador al llegar. De hecho el coche hubo que dejarlo fuera del parking ya que el barro del camino lo impedía. Hasta hubo que intervenir para ayudar a sacar un coche de un hortivecino que se había quedao atascao.

Los integrantes del día fueron Angélika, Nacho, Laura, Juanillo, María y Miguel con una litrona.

Se removió la tierra, se hicieron surcos, se plantaron semillas de guisantes rosas (las semillas, esperemos que no salgan guisantes rosas) cedidos por Seve, vecino de huerta.

Barro, barro y barro... pero algo asoma por ahí.

También se hicieron semilleros con culos de botellas y vasos de plástico de cumpleaños o barbacoas y ahí quedaron, en cajas de frutería y que la Pachamama haga lo que tenga que hacer.


Ahí queda eso. A ver que nos encontramos el próximo día...

Las cañas de después fueron muy bien venidas... más que nada por estar calentitos un rato.